viernes, 3 de septiembre de 2010

fragmentos

leí en un libro un fragmento hace un par de dias, decía algo así:
sigamos con nuestras vidas.
lo que hay en el corazón nadie lo quita, ni siquiera la razón. esa a la que tanto recurrimos para evadirnos.

podremos mentirnos cuantas veces queramos, creer cosas que no son, ver lo que no hay.
escondernos de nosotros mismos, pero tarde o temprano las cosas salen a flote. la verdad de los sentimientos brota.
y estando en la tranquilidad de nuestro espacio, en la soledad consigo mismo, no se puede evitar.
sientes
aun cuando te resistes.
sientes

la manera en que uno decide cómo manejar las cosas puede ser el camino correcto o no.
podemos equivocarnos
pero el equivocarse y quedarse sin crecer, sin aprender de los errores, es el mayor daño que nos podemos hacer a nosotros mismos.
el alma se va muriendo de a pocos y queda un ser vacío, envuelto de miedos y máscaras.

máscaras que nos ayudan a jugar a creer que estamos bien y más fácil aun, hacerle creer al otro que no pasa nada y que todo está bien. es un arma de dos filos, que generalmente acaba por cortar a uno y brillar del otro lado.

si queremos en un momento dado tener una relación sana, hay que sanar primero todos nuestros inconclusos, de otro modo no haremos nada mas que repetir la misma historia, solo que con otro nombre en uno de los protagonistas.


No hay comentarios: